Ver a tu gato desmayarse puede resultar muy inquietante, así que es
muy probable que tu primera reacción sea ponerte nervioso. Sin embargo,
este es el momento en que tu gato más te necesita, por lo que debes
hacer un esfuerzo por permanecer tranquilo.
Coloca al gato en una superficie plana y sujeta su cuerpo desde el torso hasta las patas traseras para elevarlo un poco,
de modo que la cabeza quede más abajo. Realiza esta operación con mucho
cuidado, ayudarás a la sangre que llegue al cerebro. Después de esto, cubre al felino con una manta para que no pierda el calor corporal.
Deberás permanecer atento a cualquier reacción que se manifieste mientras está inconsciente, ya sea temblores, micción involuntaria, babeo o vómitos.
Si observas que vomita, coloca su cabeza con el hocico hacia abajo para
que pueda expulsarlo. Si no lo haces, podría ahogarse y morir.
Espera
a que recobre la conciencia, unos pocos minutos. Al despertar se
mostrará nervioso y torpe. Intenta que se tranquilice con caricias y hablándole con voz calmada.
Cuando notes que está más relajado, es momento de ir al veterinario. Lo
más recomendable es acudir el mismo día que ocurre el episodio del
síncope para determinar la causa rápidamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario